En nuestros días, hay quienes deciden permanecer vírgenes hasta el matrimonio y otros que se lanzan a tener relaciones antes. Ambas posturas son igualmente válidas. La decisión de tener relaciones sexuales por primera vez, desde luego que no es una decisión fácil de tomar, pues hay una mezcla terrible de deseo y múltiples miedos. Algunos de los elementos que entran en juego son: nuestra madurez emocional y la educación que hemos recibido, el enfrentar una serie de dudas, tener frente a sí la presión familiar y la de los amigos… en fin, son muchas ideas que rodean nuestra mente como abejas en un panal.
En medio de esta confusión, ¿por dónde entrarle a este tema? Hay preguntas que pueden llegar a aclararnos un poco, intenta responderte: ¿tienes la pareja adecuada?, ¿crees poder llegar con ella a un mutuo acuerdo para ejercer la responsabilidad de decidir, juntos, la mejor forma de cuidarse contra infecciones sexuales y embarazos no deseados? Si logran planear estas cuestiones, ya tienen mucho ganado para no llevarse sorpresas desagradables o pasar un mal momento, ya que deben prever cuestiones importantes, tales como:¿cuál es el lugar idóneo para esa primera vez?, ¿cómo cuidarse?, ¿cómo consideran que debe ser ese momento?
Es muy importante que cada uno aclare sus pensamientos y resuelva sus dudas para tener muy claro si realmente quiere tener relaciones sexuales o no. Piensa que si tú eres una persona informada, responsable, coherente, respetuosa de ti y del otro, y emocionalmente estable, podrás tomar la decisión correcta sin que nadie te presione.
