lunes, 15 de abril de 2013

Gracias Mamá

Gracias a Dios que me dio una Mamá

GC solo para ti

Felicidades por tu esfuerzo en este primer parcial. ¡Vamos por el segundo parcial! ¡SI PUEDES!


Iniciamos con Gimnasia Cerebral, ¿crees que puedas?... solo el mejor equipo obtendra sus sellos.

Hoy es un buen día para empezar


Te deseo un bonito día

¿Qué es el virus del papiloma humano?


El virus del papiloma humano, papilomavirus o VPH es una infección de transmisión sexual, por lo que es considerada dentro del grupo de enfermedades venéreas.

La infección por el VPH es la más frecuente de todas las enfermedades de transmisión sexual, pudiendo cursar con un cuadro subclínico y por lo tanto sin síntomas, haciendo que el paciente no tenga conocimiento a menos que aparezcan alteraciones en la prueba de Papanicolaou o en la colposcopia.

¿Qué lo ocasiona?

La infección puede ser causada por una de las más de cien cepas (tipos) diferentes de VPH que existen. El VPH se encuentra tan difundido que sólo las personas que no han tenido relaciones sexuales no han estado expuestas a el. La enfermedad provocada por el VPH es una infección incurable, aunque es posible que la infección desaparezca de forma espontánea en los primeros seis meses evitando que cronifique, fenómeno que ocurre en casi todos los procesos.

En casi todos los casos la infección es subclínica y de corta duración. Los condones no previenen por completo de la transmisión del VPH porque se puede contagiar durante los juegos sexuales y otras actividades distintas al coito. Sin embargo, el riesgo se reduce con los condones. Los productos que se utilizan durante la menstruación también pueden transportar al virus. La inserción de los tampones puede trasladar el virus desde los labios hacia la vagina. Las toallas femeninas pueden retener y transmitir al virus, y la humedad y la abrasión facilitan cualquier vía de transmisión.

El coito anal es una forma de transmisión frecuente porque la mucosa anal es frágil y muy susceptible a la infección por VPH.

SÍNTOMAS

Un gran número de infecciones por VPH se presenta de forma subclínica, es decir no presenta signos ni síntomas. Cuando la infección no es subclinica, el síntoma más característico es la aparición de condilomas acumiados leves o serios.(Condiloma: es una protuberancia crónica y se les conoce como verrugas genitales). Estas verrugas varían en apariencia entre las del hombre y las de la mujer. En la mujer son blandas de color gris o rosa, pedunculadas y suelen encontrarse en racimos. Las zonas más frecuentemente afectadas son la vulva, la pared vaginal y el periné. En el hombre son blandas y cuando se presentan en el pene suelen ser lisas y papulares. Mientras que las del periné asemejan a una coliflor. A menudo, aparecen primero en el prepucio (tejido que cubre el pene) y el glande, y luego en el escroto (tejido que envuelve a los testículos) y la región perianal (en ésta última región es común en los homosexuales).

Existen diferentes factores de riesgo para contraer la infección, entre estos encontramos que predispone el origen hispano, la raza negra, el alto consumo de alcohol (posible factor de una conducta peligrosa), alta frecuencia de relaciones sexuales, número elevado de compañeros sexuales y sexo anal.

Así mismo el número de infecciones por VPH y su duración son un factor de riesgo para el posterior desarrollo de cáncer.

DIAGNÓSTICO

El diagnóstico se establece con estudios de laboratorio y gabinete, y entre otros estudios se solicita Papanicolaou con colposcopia, citología exfoliativa del pene, biopsia de ser necesario, etc. Con lo anterior se puede emitir un diagnóstico correcto y recomendar el tratamiento más adecuado.

Pero hay que aclarar que no es necesario el presentar las lesiones, se recomiendan los exámenes a las personas que tengan los factores de riesgo antes mencionados.

TRATAMIENTOS Y RECOMENDACIONES

En los casos clínicos de infección por VPH que presenten verrugas en ano y cavidad oral el tratamiento es quirúrgico. Se puede utilizar la electrofulguración o la criogenia a criterio del médico.

El mejor tratamiento es la prevención, por lo que hay que reducir al mínimo los factores de riesgo, por lo que se recomienda el uso del condón, evitar la promiscuidad y el uso de prendas intimas ajenas.

¿Me puedo poner la vacuna del papiloma humano sin ser virgen?
Amiga, es común decir que esta vacuna es para chicas vírgenes porque es seguro que ellas todavía no portan este virus que es transmitido sexualmente.

Ahora, si has tenido relaciones sexuales seguras con condón (para evitar el contagio) o con una pareja estable y confías en que no te ha contagiado el virus, entonces aun puedes ponértela, ya que esta vacuna sirve para evitar el contagio y no para curarte cuando ya tienes el virus. También podrías ponértela aun habiendo tenido relaciones no seguras porque hay varios tipos de virus de papiloma humano, y si ya tienes alguno esta vacuna te puede proteger de los otros virus que aun no tienes.

¿Qué es un mapa conceptual y como se realiza?


Los mapas conceptuales contienen tres elementos fundamentales: concepto, proposición y palabras de enlace. Los conceptos son palabras o signos con los que se expresan regularidades; las proposiciones son dos o más términos conceptuales unidos por palabras de enlace para formar una unidad semántica; y las palabras de enlace, por tanto, sirven para relacionar los conceptos (Díaz, Fernández, 1997).
Los Mapas Conceptuales están formados por nodos y líneas de unión entre los nodos.
Los nodos, que representan conceptos o atributos específicos del tema desarrollado, se muestran enmarcados en círculos, rectángulos, etc., y se unen mediante trazos.
Estas conexiones representan relaciones que unen a dichos conceptos y pueden (o no) llevar una leyenda que aclare el significado de dicha relación. Palabras de enlace tales como “de”, “donde”, “el”, “para”, “entonces”, “con”, etc., son utilizadas, tanto como verbos y sustantivos, para construir las proposiciones que se leen entre los nodos.
Los conceptos más abarcativos e inclusores deben ubicarse en la parte superior del gráfico, y a medida que se desciende verticalmente por el Mapa, se ubican los conceptos de categoría menor.
Entonces, los elementos que componen los mapas conceptuales son:
Concepto:
Un concepto es un evento o un objeto que con regularidad se denomina con un nombre o etiqueta (Novak y Gowin, 1988) Por ejemplo, agua, casa silla, lluvia.
El concepto, puede ser considerado como aquella palabra que se emplea para designar cierta imagen de un objeto o de un acontecimiento que se produce en la mente del individuo. (Segovia, 2001). Existen conceptos que nos definen elementos concretos (casa, escritorio) y otros que definen nociones abstractas, que no podemos tocar pero que existen en la realidad ( Democracia, Estado)
Palabras de enlace: Son las preposiciones, las conjunciones, el adverbio y en general todas las palabras que no sean concepto y que se utilizan para relacionar estos y así armar una “proposición” Ej. : para, por, donde, como, entre otras. Las palabras enlace permiten, junto con los conceptos, construir frases u oraciones con significado lógico y hallar la conexión entre conceptos.
Proposición: Una proposición es dos o más conceptos ligados por palabras enlace en una unidad semántica.
Líneas y Flechas de Enlace: En los mapas conceptuales convencionalmente, no se utilizan las flechas porque la relación entre conceptos esta especificada por las palabras de enlace, se utilizan las líneas para unir los conceptos.
Las Flechas: Novak y Gowin reservan el uso de flechas "... solo en el caso de que la relación de que se trate no sea de subordinación entre conceptos", por lo tanto, se pueden utilizan para representar una relación cruzada, entre los conceptos de una sección del mapa y los de otra parte del “árbol” conceptual.. La flecha nos indica que no existe una relación de subordinación.
Conexiones Cruzadas: Cuando se establece entre dos conceptos ubicados en diferentes segmentos del mapa conceptual, una relación significativa.
Las conexiones cruzadas muestran relaciones entre dos segmentos distintos de la jerarquía conceptual que se integran en un solo conocimiento. La representación grafica en el mapa para señalar la existencia de una conexión cruzada es a través de una flecha.



Para realizar un buen Mapa Conceptual puedes
seguir estos pasos:

1.- Conforme vayas leyendo, identifica las ideas o conceptos principales y escríbelos en una lista.
2.- Desglosa la lista, escribiendo los conceptos separadamente en una hoja de papel, esa lista representa como los conceptos aparecen en la lectura, pero no como conectar las ideas.
3.- El siguiente paso será ordenar los conceptos desde el más general al más especifico en orden descendiente.
4.- Ahora arregla los conceptos que haz escrito en pedazos de papel sobre tu mesa o escritorio, empieza con el que contenga la idea más general.
5.- Si la idea principal puede ser dividida en dos o más conceptos iguales pon estos conceptos en la misma línea o altura, y luego ve poniendo los pedazos de papel relacionados abajo de las ideas principales.
6.- Usa líneas que conecten los conceptos, y escribe sobre cada línea una palabra o enunciado que aclare porque los conceptos están conectados entre sí.
No esperes que tu mapa sea igual a otros mapas de tus compañeros pues cada quien piensa diferente y se perciben relaciones diferentes en los mismos conceptos pero la practica hará de ti un maestro en mapas conceptuales.

Recuerda:
· Un mapa conceptual no tiene que ser simétrico.
· Un mapa conceptual es una forma breve de representar información.
· No existe un mapa correcto o perfecto para un grupo de conceptos, los errores solo ocurren si las relaciones entre los conceptos son incorrectas.
Aunque los mapas conceptuales son nietos de los cuadros sinópticos, tú puedes encontrar nuevas relaciones y significados en ellos, la mejor forma de familiarizarte con el desarrollo de mapas es practicando, elige un tema que te interese, como: automóviles, estéreos, grupos y estilos musicales, equipos de fútbol, etcétera, y desarrolla mapas conceptuales.

¿Enamoramiento?

Todos hemos experimentado el amor. Queremos a nuestros padres, hermanos, amigos y hasta a nuestras mascotas, y ellos nos quieren a nosotros. Pero el amor romántico es otra cosa. Es un sentimiento intenso y nuevo que no se parece a ninguna de las otras formas de amor.

¿Por qué nos enamoramos?

Amar y ser amado enriquece nuestras vidas. Cuando la gente se siente sentimentalmente cerca de otra persona está más contenta e incluso más sana. El amor nos ayuda a sentirnos importantes, entendidos y seguros.
Pero cada tipo de amor tiene sus rasgos distintivos. El tipo de amor que sentimos por nuestros padres es distinto del que sentimos por nuestro hermano menor cuando todavía es un bebé o por nuestro mejor amigo. Y el tipo de amor que sentimos en las relaciones románticas tiene unas características muy particulares.
Nuestra capacidad de sentir amor romántico se desarrolla durante la adolescencia. Los adolescentes de todo el mundo experimentan sentimientos de atracción apasionados. Incluso en las culturas donde no está permitido expresar públicamente este tipo de sentimientos, siguen estando ahí. Desarrollar sentimientos románticos y sentirse atraído por otras personas forma parte del proceso natural de crecimiento. Estos nuevos sentimientos pueden ser excitantes y emocionantes —o incluso crear cierta confusión al principio.

Los ingredientes mágicos del amor

El amor es una emoción humana tan fuerte que los expertos lo estudian constantemente. Han descubierto que el amor tiene tres cualidades principales:
  1. Atracción: es la parte "química" del amor. Se refiere al interés o deseo físico —o incluso sexual— que se experimenta por otra persona. La atracción es la responsable de las ganas que tenemos de besar y abrazar al objeto de nuestro afecto. La atracción también es lo que subyace a esa mezcla de turbación, nerviosismo y excitación que experimentamos cuando esa persona está cerca.
  2. Intimidad: es el vínculo que desarrollamos cuando compartimos con una persona pensamientos y sentimientos que no compartimos con nadie más. Cuando experimentas esa sensación de intimidad con tu novio o novia, te sientes apoyado, cuidado, considerado y aceptado tal y como eres. La confianza es un componente esencial de la intimidad.
  3. Compromiso: es la promesa o decisión se seguir al lado de esa persona a pesar de los altibajos que pueda haber en la relación.
Estas tres cualidades del amor se pueden combinar de formas diferentes en distintos tipos de relaciones. Por ejemplo, la intimidad sin atracción define el tipo de amor que sentimos por nuestros mejores amigos. Compartimos secretos y experiencias personales con ellos, los apoyamos y sabemos que podemos contar con ellos. Pero no experimentamos un interés romántico por ellos.
La atracción sin intimidad es más como un encaprichamiento o enamoramiento. Te sientes atraído físicamente por alguien pero no conoces suficientemente a esa persona como para tener la intimidad derivada del hecho de compartir sentimientos y experiencias personales con alguien.
El amor romántico surge cuando se combinan la atracción y la intimidad. Muchas relaciones se desarrollan a partir de una atracción inicial (un enamoramiento o "amor a primera vista ") y luego evolucionan hacia la intimidad. También puede ocurrir que la intimidad de una amistad evolucione hacia la atracción, cuando dos personas se dan cuenta de que su relación no es solo de amigos y que han empezado a sentir un interés romántico mutuo.
A una persona que se enamora por primera vez le puede costar bastante detectar la diferencia entre los sentimientos intensos y nuevos de la atracción física y la mayor intimidad que se asocia al hecho de estar enamorado.

¿Amor duradero o aventura amorosa?

El tercer ingrediente de una relación amorosa, el compromiso, consiste en querer y decidir permanecer juntos como pareja en el futuro — a pesar de cualquier cambio o desafío que pueda plantearnos la vida.
A veces, las parejas de adolescentes que se enamoran en secundaria desarrollan relaciones duraderas en las que el compromiso es un elemento fundamental. De todos modos, muchas relaciones no duran. Pero eso no obedece a que los adolescentes no sean capaces de amar profundamente.
Típicamente, los adolescentes tienen relaciones más cortas porque la adolescencia es una etapa en que se buscan instintivamente muchas experiencias diferentes y se prueban muchas cosas diferentes. Se trata de descubrir quién es uno, qué valora y qué quiere conseguir en la vida.
Otro motivo de que se tienda a tener relaciones más cortas durante la adolescencia es porque las cosas que deseamos obtener en una relación romántica cambian a medida que nos vamos haciendo mayores. En plena adolescencia —sobre todo en los chicos—, las relaciones se basan principalmente en la atracción física. Pero, en torno a los veinte años, se valoran más las cualidades internas de la persona. Las adolescentes consideran la intimidad como el ingrediente más importante del amor— ¡aunque tampoco tienen ningún inconveniente en echarse un novio que sea mono!
Durante la adolescencia, las relaciones sentimentales se establecen sobre todo para pasárselo bien. Salir con alguien puede parecer una estupenda oportunidad de ir a sitios y hacer cosas divertidas. Salir con alguien también puede ser una forma de encajar en el grupo de amigos. Si todos tus amigos salen con alguien, es posible que te sientas presionado a echarte novio o novia.
Para algunas personas, salir con alguien es una cuestión de estatus. Puede parecer como otra versión de las camarillas: la presión por salir con la persona "adecuada" en el grupo “adecuado” puede hacer del hecho de salir con alguien algo mucho menos divertido de lo que debería ser —¡y que tiene muy poco que ver con el amor!
Sin embargo, a finales de la adolescencia, las relaciones amorosas no se establecen tanto para tener alguien con quien salir y pasárselo bien o para encajar en el grupo. La intimidad, el hecho de compartir algo con otra persona y la confianza adquieren más importancia tanto para los chicos como para las chicas. En torno a los veinte años, la mayoría de chicas y chicos valoran el apoyo, la intimidad y la comunicación, aparte de la pasión. Es entonces cuando empiezan a pensar en encontrar a alguien con quien comprometerse a largo plazo —un amor duradero.

¿Qué es lo que define una buena relación?

Cuando la gente experimenta el enamoramiento, este suele empezar como atracción. El deseo sexual puede formar parte de esa atracción. En esta etapa, los adolescentes pueden soñar despiertos con salir con un nuevo novio o una nueva novia. Y pueden escribir una y otra vez el nombre de esa persona especial o pensar en ella al escuchar determinada canción.
Seguro que lo sienten como si fuera amor. Pero todavía no lo es. No ha habido tiempo para que desarrollen la intimidad y la proximidad emocional necesarias para el amor. Dado que la atracción y el deseo sexual son sentimientos nuevos y van dirigidos a una persona con quien nos gustaría mantener una relación, no es de sorprender que confundamos la atracción con el amor. ¡Es todo tan intenso, tan excitante y tan difícil de entender!
La locura y la intensidad de la fase de la pasión y la atracción se atenúan al cabo de un tiempo. Como cuando ponemos toda nuestra energía en ganar una carrera, este tipo de pasión es estimulante pero demasiado extrema para mantenerla eternamente. Si una relación está destinada a durar, entonces entra en juego la intimidad. La intensidad pasional del principio se puede atenuar, pero es sustituida por un profundo vínculo afectivo.
Algunas de las formas en que las personas desarrollan la intimidad son:
  • Aprender a dar y recibir. Una relación sana implica un “toma y da” entre ambos miembros de la pareja, en vez de consistir en cuánto puede obtener una persona de otra o cuánto puede dar una persona a otra.
  • Expresar sentimientos. Una relación afectuosa y de apoyo permite expresar detalles personales —como preferencias y aversiones, sueños y preocupaciones, momentos de orgullo, decepciones, miedos y puntos débiles.
  • Escuchar y apoyar. Cuando dos personas se importan, se apoyan mutuamente cuando se sienten vulnerables o tienen miedo. No se hacen de menos o se insultan, incluso cuando discrepan.
Dar, recibir, abrirse y apoyarse son procesos bidireccionales: una persona expresa un detalle personal y entonces la otra persona comparte algo suyo, lo que hace que la primera persona se sienta lo bastante segura como para compartir un poco más de sí misma. De este modo, la relación se va convirtiendo gradualmente en un lugar para la comunicación, la confianza y el apoyo mutuo, donde cada miembro de la pareja sabe que el otro estará allí en los malos momentos. Ambos se sienten aceptados y valorados por lo que son.
La pasión y la atracción que la pareja experimentó al principio de la relación no desaparecen. Sólo evolucionan o varían. En las relaciones sanas y duraderas, las parejas a menudo se dan cuenta de que la pasión intensa viene y va en diferentes momentos de la relación. Pero la intimidad siempre está ahí.
De todos modos, a veces las parejas pierden la intimidad. En los adultos, las relaciones a veces se transforman en lo que los expertos denominan “amor vacío". Esto significa que la intimidad y la atracción o pasión que se sintieron al principio desparecen, pero la pareja sigue junta solo por compromiso. Esto no suele ocurrirles a los adolescentes, pero hay otros motivos por los que una relación puede llegar a su fin.

¿Por qué acaban las relaciones?

El amor es delicado. Se tiene que cuidar y alimentar si se pretende que perdure a lo largo del tiempo. Como ocurre con la amistad, las relaciones pueden acabar muriendo si no se les dedica suficiente tiempo y atención. Este es uno de los motivos de que no duren algunas parejas —es posible que uno de sus miembros esté tan ocupado con los estudios, las actividades extraacadémicas y el trabajo que le quede poco tiempo para la relación. O una relación puede concluir cuando ambos miembros cursan estudios superiores en distintas universidades o siguen distintas trayectorias profesionales.
En algunas parejas de adolescentes, la relación puede concluir cuando las cosas que eran importantes para ambos miembros de la pareja van cambiando a medida de que ambos van madurando. O tal vez cada persona espere cosas diferentes de la relación. A veces los dos miembros de la pareja se dan cuenta de que la relación ha llegado a su fin, pero otras veces esto es algo que solo siente una persona.

Seguir adelante

El final de una relación amorosa puede ser doloroso para cualquiera. Pero, si se trata de tu primer amor y la relación acaba antes de lo que tú habrías querido, la sensación de pérdida puede parecerte insoportable. Al igual que la pasión del principio de la relación, la novedad y la crudeza de la pérdida del amor pueden ser muy intensas —y devastadoras. Por eso le llaman tener “el corazón roto”.
Cuando una relación amorosa llega a su fin, la gente necesita apoyo. Perder un primer amor no es algo que estamos preparados emocionalmente para afrontar. Puede ayudar mucho el apoyo de los amigos íntimos y de la familia. Lamentablemente, mucha gente —a menudo los adultos— esperan que los jóvenes superen las rupturas amorosas y se sobrepongan rápidamente. Pero, si te han partido el corazón, busca a alguien con quien hablar que entienda de verdad lo mal que lo estás pasando.
Cuando uno está desolado tras la ruptura de una relación amorosa, resulta difícil creer que algún día pueda llegar a encontrase mejor. Pero esos sentimientos van perdiendo intensidad gradualmente. A la larga, uno se recupera y sigue adelante, iniciando nuevas relaciones y teniendo nuevas experiencias.
Las relaciones —independientemente de que duren dos semanas, dos meses, dos años o toda una vida— son oportunidades para experimentar el amor en multitud de niveles diferentes. Aprendemos tanto a amar como a ser amados.
Las relaciones románticas nos ofrecen la oportunidad de descubrir nuestro propio yo al compartir cosas con otra persona. Aprendemos lo que nos gusta de nosotros mismos, lo que nos gustaría cambiar y las cualidades y valores que buscamos en una pareja.
Las relaciones amorosas nos enseñan a respetaros a nosotros mismos y a respetar a los demás. El amor es una de las cosas más gratificantes que podemos experimentar en la vida. Pero, si el amor todavía no te ha encontrado, no te impacientes —tienes mucho tiempo. Y merece la pena esperar a la persona adecuada.

¿Cuáles son mis días fertiles?

Cuando queremos quedarnos embarazadas, una de las preguntas que más solemos hacernos es cuáles son nuestros días de máxima fertilidad, con el fin de que la concepción se produzca cuando mantenemos relaciones sexuales.
Si bien no es bueno obsesionarse con el calendario, y tampoco está garantizado que en nuestros día fértiles quedemos embarazadas, sí podemos averiguar cuáles son los días más apropiados para intentarlo.
Para saber cuáles son los días fértiles de la mujer podemos fijarnos en el calendario o determinar los síntomas físicos que acompañan la ovulación.

El calendario de fertilidad de la mujer

Los días fértiles son aquellos en los que la mujer está ovulando, esto es, cuando el ovario suelta un óvulo o huevo maduro que desciende por las trompas de falopio. Esto suele suceder unos 14 o 15 días antes de la regla. Durante la ovulación, que puede durar dos o tres días, el óvulo espera ser fertilizado por un espermatozoide.
 
Si no se produce la fertilización durante el periodo de tiempo en el que el óvulo está dispuesto, el cuerpo de la mujer se da cuenta que no hay embarazo, y se va preparando para eliminar el óvulo con la siguiente menstruación. Al día siguiente el ciclo vuelve a empezar.
Los ciclos de la mujer suelen abarcar 28 o 30 días, por lo que serán los días centrales del ciclo los más propicios para quedarse embarazada: 14 o 15 días después del primer día de menstruación.

Si mantenemos relaciones sexuales frecuentes a partir del día 13 durante unos cinco días favorecemos que se produzca la fecundación, aunque ésta no solo depende de que el óvulo esté maduro y preparado, pues hay otros factores que pueden influir para que se logre el embarazo. Además, no todos los ciclos de las mujeres son tan regulares y aciertan los días en los que el óvulo está maduro, como veremos a continuación.
Por otro lado, tengamos en cuenta que los espermatozoides permanecen vivos aproximadamente entre 48-72 horas en el interior del cuerpo de la mujer, por lo que también existe posibilidad de quedase embarazada si mantenemos relaciones antes de que se haya producido la bajada del óvulo.

Cuando el calendario no funciona

El ciclo de la fertilidad funciona como un reloj interno dentro de cada mujer, aunque algunas lo tengan “desajustado”, como sucede con el síndrome de ovarios poliquísticos (SOP), que produce unas menstruaciones y ovulaciones irregulares. De todos modos, aunque haya temporadas en las que no se ovule, sí hay momentos en que se es fértil: la menstruación consecuencia de la ovulación llega tarde o temprano, por lo que el embarazo es posible y habitual.
Además, aunque no tengamos SOP un mes o unos meses determinados podemos sufrir una irregularidad en nuestro ciclo que puede deberse a múltiples razones (estrés, cercanía de la menopausia, cambio de dieta, enfermedad…). Entonces, puede que estemos más de un mes sin ovular, y las cuentas de las que hemos hablado anteriormente no funcionen, no ya porque no se produzca la fecundación sino porque no está el óvulo maduro dispuesto.
Por oro lado, tengamos en cuenta que si bien los ciclos regulares más frecuentes suelen ser de 28 a 30 días también hay mujeres en los que el ciclo puede durar hasta 24 o 35 días, depende de cada organismo.

Signos físicos de los días fértiles: la temperatura basal

Sindorme de ovarios poliquisticos

La temperatura basal es la temperatura corporal cuando nos despertamos. Si vamos tomando dicha temperatura y anotándola a lo largo del ciclo nos percataremos de las oscilaciones que nos pueden indicar que estamos en nuestros días fértiles. Se trata de un método bastante fiable que requiere constancia y precisión.
Consiste en tomarse la temperatura cada mañana recién levantada. El método no predice la ovulación sino que indica que la ovulación ya se ha producido. Conviene empezar a tomarse la temperatura el primer día de menstruación e ir anotando cada día. Antes de la ovulación, la temperatura basal suele oscilar entre los 36,5ºC y los 36,7ºC.
Como consecuencia de cambios hormonales concretos (que producen un aumento de los niveles de progesterona), dicha temperatura suele aumentar entre 0,3ºC y 0,5 ºC en los 2 o 3 días posteriores a la ovulación. El aumento se mantiene hasta el final del ciclo, cuando comienza el siguiente periodo menstrual.
Es importante tomar nota de las oscilaciones en la temperatura basal durante algunos meses, para detectar posibles irregularidades en el ciclo y establecer nuestro calendario. Si las mediciones son similares en esos meses, sabemos que manteniendo relaciones sexuales a partir de los días anteriores al cambio de temperatura tendremos más probabilidades de quedar embarazadas, pues se supone que hemos ovulado.
De todas formas, hemos de señalar que este método no es fiable por ejemplo si la temperatura se toma en distintos momentos del día, si la mujer tiene fiebre, si está enferma… Además hay mujeres que no experimentan aumentos de temperatura basal al ovular. Y si aumenta la temperatura pero sólo a partir del tercer día de haber ovulado puede ser demasiado tarde para la fecundación.
Por eso si seguimos este método hay que iniciar las relaciones unos días antes del aumento de temperatura, pues puede que el óvulo ya esté dispuesto aunque no lo indique el cambio de temperatura.

Otros signos de ovulación: el flujo vaginal

Hacia la mitad de nuestro ciclo se producen cambios en la textura del flujo a causa de la acción de los estrógenos. Durante la ovulación se produce moco cervical que notaremos como un aumento de flujo. Este flujo ayuda a los espermatozoides a nadar hasta el óvulo. En los días en que la mujer no es fértil, el moco cervical es blanquecino o amarillento, poco abundante y de textura más bien pegajosa.
En los 2 o 3 días anteriores a la ovulación, el flujo aumenta en cantidad, se hace transparente y toma textura filamentosa, similar a la de la clara de huevo). El periodo más fértil empieza en el último día en que detectemos ese tipo de moco cervical (parecido a la clara de huevo). Por lo general, esto sucede la víspera de la ovulación o bien el mismo día de la ovulación. Poco a poco el moco se va poniendo más y más pegajoso y seco, cuando la ovulación concluye.
Esperemos que este repaso por el proceso de la ovulación y sus síntomas os ayuden a saber cuáles son los días fértiles en los que es más probable quedarse embarazada. La ilusión por conseguir el embarazo bien merece que nos detengamos en estos aspectos y sepamos reconocer cuándo se dan los momentos óptimos para intentarlo.


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